La pelota se está normalizando en cuanto a programación de funciones en las dos categorías. Tengo para mí que en algunos frontones, manteniendo los protocoles de distancias y demás, asiste más público que en esas mismas canchas en épocas normales en las que se ven ocupaciones de público lamentables.

Teníamos ilusión de que fueran campeones en Promesas los paisanos Zabala y Ruiz pero se puede decir que casi ni molestaron a los adversarios. Es una pena porque los deportes, y mucho más la pelota a mano, sin el estímulo y el calor del paisanaje se quedan como lejanos o aguados. Aquí no cabe aquello de un detalle y una madia verónica currista. En el deporte hay que ganar y los segundos cuentan muy poco.

Víctor, con Rezusta, ganó en Ezcaray a Altuna y Mariezkurrena después de ir perdiendo 9-15. Diez tantos ganó el riojano al que no dio facilidades el mago Altuna que con Imaz llevan la batuta del campeonato o torneo de los “grandes” o Masters. En el frontón se cubrió el aforo legal condicionado.

En el otro partido, el ezcarayense Darío tuvo momentos excelentes para merecer el triunfo. Pero perdió, ya que Larumbe falló pelotas en momentos decisivos. Buen zaguero, este Larumbe, pero desigual y perdiendo más de lo que esperamos por su potencia y buen corte.

Noticia bonita es que Olaizola ha renovado un año más con su empresa Baiko. Tiene 41 años y lleva 22 jugando con los grandes, poniendo todo lo que sabe y puede y con más de una docena de títulos en el Parejas, Cuatro y Medio y Manomanista. En el frontón es una hiena que quiere ganar sin dar cuartel. Todo un ejemplo y hasta cuando tiene alguna avería trata de que no se le note.